Corresponsal del vino de D&M, Stern, Essen & Trinken y Handelsblatt así como autor de libros especializados y locutor de radio sobre el vino.
Anotaciones sobre el Clos Mogador 1994
Son sin duda varios miles los vinos que tengo que catar cada año. La mayoría de ellos ni puedo disfrutar sino solamente probar para escupirlos enseguida. Todavía quiero vivir un poco más. Pero el Clos Mogador 1994 sí bebí, toda la botella para mi solo. Mientras, escuchaba el “Clave bien temperado” de J.S. Bach, tocado por Glenn Gould, un regalo de Navidad. Los dos placeres se complementaron perfectamente.
Ahora el vino: los primeros tragos fueron como pequeñas explosiones. Los aromas frutales tan concentrados de cereza y casi penetraron mi lengua de tal modo que casi dolía. Bajo la influencia del aire, este caldo voluminoso pareció pronto más suave, redondo.
Los aromas seductores de sándalo, vainilla y almendras se juntaron, un buen signo de que el enólogo usó nuevas barricas con mucha delicadeza.
La copa que más me gustó fue la última. Cada trago ofreció nuevas sorpresas gustativas, el vino tenía “Spiel” (amplitud), como se dice en Alemán.
Me quedé triste cuando la botella quedó vacía, dormí bien por la noche y al día siguiente tenía la cabeza despejada. Que más puede pedir un sibarita! Ahora yo concozo tres añadas de Clos Mogador. El ‘94 es el mejor!