Desde pequeño he sentido un vínculo emocional muy grande hacia la finca, pero hasta los 17 años no tomé la decisión de cuidarla. Cuando empecé, poco a poco me fui dando cuenta de que el método que se estaba utilizando no era el adecuado, se utilizaban productos no naturales y labras profundas, que provocaban varios efectos secundarios, dejando un suelo pobre y con escasa biodiversidad.
Es en ese momento cuando entendí que para que hubiera un ambiente productivo, la finca tenía que actuar de manera libre. Aquí es cuando empieza un largo camino de observación y formación.
Mi primera decisión fue dejar de utilizar por completo productos químicos y poco a poco fui cambiando la mirada, lo que era un desierto se fue convirtiendo en un pequeño oasis, favoreciendo la llegada de insectos, animales y microorganismos.
Para sustituir los productos químicos me entusiasmaba la idea de sembrar plantas para cuidar plantas, para ello empezamos a hacer maceraciones de cola de caballo, ortiga, valeriana… lo que aportaba un equilibrio natural sin perjudicar ni dañar la naturaleza y su fauna.
Aquí es donde las abejas empiezan a tener un papel muy importante en la finca, para ello tomé la decisión de poner colmenas y favorecer la polinización.
Además mi equipo y yo siempre nos hemos sentido muy comprometidos con la naturaleza, por eso decidimos quitar la mecanización evitando así la compactación del suelo y la contaminación, favoreciendo un vínculo más fuerte con la tierra.
Mi objetivo es encontrar un equilibrio entre el Priorat silvestre y el cultivo. Encontrar este equilibrio es una lucha de toda una vida. Pero después de muchos años empecé a ver las cosas de otra manera, y no solo yo, sino también las doce personas que están en el día a día a mi lado; sin su ayuda, nada de esto hubiera sido posible. Y es que poco a poco se puede construir un mundo mejor y más respetuoso con la naturaleza, porque al final las pequeñas acciones son las más grandes.
Lo más importante para nosotros son las fincas y que nuestras uvas que crezcan de la manera más natural posible. Nuestro objetivo es conseguir fincas equilibradas de manera que puedan actuar libremente. Christian Barbier Meyer está al frente de esta parte.
Para conseguir esto trabajamos con la Biodiversidady la agricultura regenerativa -biodinámica, aplicando las siguientes técnicas:
|