La última añada de Clos Mogador sigue en la línea de sus antecesores, vinos de gran poder y estrucutra, profundamente marcados por su “terroir” y destinados a envejecer durante años mejorando constantemente. Ahora con poco más de un año en botella, el Clos Mogador 93 revela en sus tonos violáceos sobre un fondo de sangre de pichón, todo el nervio y contenida potencia de su juventud. Descorchada la botella, los aromas tardan en abrirse, por lo que resulta aconsejable su decantado antes de su consumo. Cuando se procede de esta manera, el Clos Mogador revela su enorme y amplio potencial aromático, con intensas notas frutales y matices de hinojo, hierbas aromáticas de monte bajo y puntas de tabaco y cacao. En boca es opulento y cubre el paladar con sus taninos perfectamente ensamblados y equilibrados con la potente graduación y la acidez que le dan nervio y estructura. Es carnoso y se abre en un abanico de sabores que combinan un fondo de buena madera de roble, con notas de cacao, canela y vainilla, con la frutosidad de su complejo “coupage”.
El siglo ventiuno lo encontrará a punto para celebrar el cambio de milenio.