El reconocimiento de los terruños del Priorat han dado paso a la creación de los nuevos "vinos de la villa" Gratallops, al igual que en Borgoña, Francia. El prestigio de esta zona no tiene límites, y Manyetes no puede escapar a esta denominación.
Manyetes es el nombre de un paraje de Gratallops. Una parte especialmente pobre de su terruño, demasiado soleado y expuesto a una gran sequedad. Prácticamente al límite de la supervivencia. Un desafío apasionante, ya que bajo estas condiciones casi desérticas se concentran las esencias principales del Priorat.
En una esquina cercana a la asfixia, resiste un antiguo vertiente, árido e inclinado, recubierto de pizarras y plantado de cariñena. Una mezcla emotiva en un lugar incomparable. Hemos querido aportar un toque de feminidad con la garnacha.
Hoy el paisaje recompensa el esfuerzo y reconcilia el paraje con sus visitantes. Sólo la influencia del Ebro, que se adivina en el horizonte, le otorga de vez en cuando, una mínima expresión de humedad que permite la supervivencia de su vegetación. El resultado es un vino sorprendente. La cariñena y la garnacha se conjugan en el terruño para producir un vino mineral, femenino, agradable, sutil, que me ha robado el corazón.
Les Manyetes es un viñedo ubicado a 250 metros de altitud, con exposición Sur. Es un área constituida únicamente por “licorella” (pizarra degradada) con poca tierra, en la zona más cálida de nuestros viñedos, donde las vides viven en condiciones muy difíciles.
En esta tierra y con esta exposición, el cariñena mantiene un equilibrio increíble entre frescura y potencial tánico.
La versión elegante de la cariñena.
El año 2015 ha sido un año sin excesos, el escenario que todo viticultor desea: la lluvia justa, el calor necesario. Si hoy pudiéramos dominar las condiciones climáticas, pulsaríamos la tecla 2015.
El vino es lo que es debido al suelo, al clima y a la interpretación del viticultor.
La climatología en 2015 nos habla alto y claro. Se trata de una añada equilibrada, dotada de esa elegancia que se da cuando todo está en su justa proporción. Los taninos, la acidez, la textura, los aromas… todos los elementos se unen para brindarnos una sensación de placer, incluso en su juventud
Disfrutadlo ahora o durante los próximos 15 años.
¡Salud!
René Barbier Meyer, enólogo de la bodega Clos Mogador