El reconocimiento de los terruños del Priorat han dado paso a la creación de los nuevos "vinos de la villa" Gratallops, al igual que en Borgoña, Francia. El prestigio de esta zona no tiene límites, y Manyetes no puede escapar a esta denominación.
Manyetes es el nombre de un paraje de Gratallops. Una parte especialmente pobre de su terruño, demasiado soleado y expuesto a una gran sequedad. Prácticamente al límite de la supervivencia. Un desafío apasionante, ya que bajo estas condiciones casi desérticas se concentran las esencias principales del Priorat.
En una esquina cercana a la asfixia, resiste un antiguo vertiente, árido e inclinado, recubierto de pizarras y plantado de cariñena. Una mezcla emotiva en un lugar incomparable. Hemos querido aportar un toque de feminidad con la garnacha.
Hoy el paisaje recompensa el esfuerzo y reconcilia el paraje con sus visitantes. Sólo la influencia del Ebro, que se adivina en el horizonte, le otorga de vez en cuando, una mínima expresión de humedad que permite la supervivencia de su vegetación. El resultado es un vino sorprendente. La cariñena y la garnacha se conjugan en el terruño para producir un vino mineral, femenino, agradable, sutil, que me ha robado el corazón.
Les Manyetes es un viñedo ubicado a 250 metros de altitud, con exposición sur. Es un área constituida únicamente por “licorella” (pizarra degradada) con poca tierra, en la zona más cálida de nuestros viñedos, donde las vides viven en condiciones muy difíciles.
Durante diez años, en Manyetes hemos apostado fuertemente por la cariñena. Empezamos progresivamente el cambio en 2006 y hemos obtenido el 90-95% en 2010.
En esta tierra y con esta exposición, el cariñena mantiene un equilibrio increíble entre frescura y potencial tánico.
Es un año “frío”, probablemente el mejor desde que empezamos. Añada de un equilibrio perfecto, especialmente para las viñas expuestas al sur. Este vino, con una gran capacidad de guarda, es también muy agradable para ser consumido joven.
Es una cosecha que, por su estructura fina, nos permitió una crianza corta en barricas, con la finalidad de conservar la idea de un vino más largo que ancho, lo cual es inusual en esta árida región.
El final en boca revela un tanino sedoso que lo hace fácil de beber incluso en su juventud.
Es un placer producir una cosecha así, teniendo en cuenta tal añada extremadamente inusual.
¡Disfrutadlo tanto durante su juventud cómo durante su madurez!